4 abr 2016

Recorrido fascinante por Miralvalle

LA AUTORA NOS INVITA A CREER EN LOS FINALES SORPRESIVOS Y FELICES

Laura Durán
laura.duran@listindiario.com
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Santo Domingo.- “No hay un viejo sin dolor y no hay una joven sin amor, no hay un sábado sin sol, aguacero que no escampe, no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo aguante.” ¡Qué gran consuelo para alguien que siente que la vida nunca le sonreirá! Eso creía Yolanda, chaperona, por oficio o placer, quien desarrolla parte de su solitaria y rutinaria vida en el pintoresco pueblo Miralvalle.
“Los oficios y placeres de Miralvalle” es una colección de diez cuentos con narraciones de un especial poblado donde viven, confluyen e interactúan, mujeres y hombres con oficios y placeres peculiares.
La vida de Yolanda Castillo, una mujer de edad madura y solterona, descrita en el relato “Celestinas versus Chaperonas” muestra un drástico contraste con las jóvenes a quien debía custodiar. Junto a su tía Doña Carmela, tenían el deber de ser dama de compañía de las jóvenes del pueblo y sus enamorados, de velar por su seguridad, cuidado y recato. Yolanda suspiraba mientras realizaba su trabajo, su soledad la llevó a esa clase de vida. Hasta el día, en que, con la aparición del teniente Oscar Pelleró, quien con ayuda de las hermanas Balaguer, famosas en el pueblo por su labor de celestina, su vida cambió. 
Tulia Inés, mi personaje favorito, soñadora por placer y oficio, quien no espera cerrar los ojos para recrear una ilusión. Encuentra su refugio en los sueños, las ilusiones; creando personajes y mundos encantados.
Características
Esperar lo inesperable, esa debe ser la expectativa del lector, pues la autora, EmeldaRamos, al escribir relatos como “Tocada de azul” o  “Código de silencio”, nos invita a creer y en los finales sorpresivos y felices. Los relatos nos transportan, hechizan y estimulan a devorar ferozmente la obra.
Personajes que solo se aprecian en cuentos, pero fascinan por ser impredecibles y espontáneos, esa fue la impresión que tomé ante “la cuenta cuentos”, presentada en el relato “Círcula”.
“Los oficios y placeres de Miralvalle” no solo es un conjunto de cuentos para leer en una tarde lluviosa o una mañana calurosa y hacer volar la imaginación, estos relatos nos invitan a la reflexión. El estilo narrativo de la autora permite al lector adentrarse en cabelleras, pensamientos, miradas y sueños de vidas con historias interminables.
Relatos como “Para qué te cuento” y “Miravela”, son juegos de palabras, que rápidamente nos envuelven, llevándonos de un ambiente a otro. Con elegancia y simpleza la autora escribe los estilos de vida, pasatiempos, experiencias, amores, desamores, encantos, desencantos, abusos, dolores, traiciones, ilusiones y realidades, de gente común y corriente del siglo XX. La musicalidad de las palabras nos envuelve y presentan cuentos que denotan una realidad socio-política, costumbres, creencias, prejuicios y paradigmas.
Esta obra nos muestra la magia del amor en medio de la simpleza, la rutina y lo rústico.