Daniela Pujols. Santo Domingo
Rodolfo Báez es escritor. Desde adolescente se dejó seducir
por la ciencia ficción y la literatura especulativa, que abarca la fantasía, el
horror, el terror y por supuesto, la ciencia ficción. “Leo mucha ciencia
ficción porque es lo que me gusta escribir. Ahora leo la serie que comprende el
ciclo de la obra de Christopher Paolini: “Eragon”, “Eldest”, “Brisingr” y
“Inheritance”. En mi referencia de este
tipo de literatura leo de países como Cuba, Puerto Rico y Perú”, refleja Báez.
Él busca en la literatura arte. Considera que entre los
escritores existen dos corrientes: Los que se toman la literatura como un arte
y los que hacen literatura de moda. El
escritor, como la mayoría de los lectores selectivos, no le importa que este tipo
de literatura no venda millones de ejemplares, pero que esta pieza literaria
pase la prueba del tiempo.
“Esta literatura contiene elementos mágicos; Un principio
genial, una trama bien construida, un final impactante. Eso no lo tiene a
literatura light, a pesar de los millones de ejemplares que vendan”, afirma Báez.
En gran medida estos libros de literatura seria, como
considera este miembro del Taller, no son aclamados en su época.
“Cuando Miguel de Cervantes murió, su esposa necesitó dinero
para enterrarlo. Vivió en la absoluta miseria. Su obra “Don Quijote de La
Mancha” no fue aclamada en su tiempo, estaba muy adelantada para su época. Sin
embargo, hoy en día esta obra publicada hace cuatro siglos sigue generando
ingresos millonarios”, comenta. Agrega: “Una literatura light hace un ‘boom’,
pero cinco años después nadie la recuerda, con el arte no, el arte permanece, y
mientras más tiempo pasa, mejor. Por ejemplo, “La Ilíada” y “La Odisea”, de
Homero, tres mil años después, siguen vigentes”.