14 jun 2014

Sospecha colectiva

por Ibeth Guzmán
Artículo publicado el 14 de
junio de 2014, en la sección Ventana del periódico Listin Diario en la columna
de Ibeth Guzmán: “Vivencias ¿qué leer?”.

Aunque el hecho literario
se asume como un acto de extrema individualidad, compartir lo que se escribe y
recibir oportunas sugerencias, es una oportunidad bastante sana para mejorar lo
escrito. Es por ello que los talleres literarios cumplen con un rol importante
dentro de la formación de un escritor, ya sea de carrera, como lúdico. Sospecha
Colectiva, la nueva publicación del Taller de Narradores de Santo Domingo, es
un ejemplo tangible de que el ejercicio literario es posible también a
través  de disciplina de grupo. Ya varios investigadores en el campo de la
psicopedagogía, han hablado del aprendizaje cooperativo Vygotsky fue uno de los
pioneros de esta teoría que aún hoy, sigue aportando beneficios a la
comunidad  no solo educativa, sino también a la de la creación literaria.

El manejo de la técnica
narrativa fue uno de los elementos a considerar a la hora de seleccionar los
textos que iban a ser incluidos en la selección. Según Lapesa las técnicas
narrativas pueden ser: circular, lineal, retrospectiva... Entonces los cuentos
de los integrantes del taller que evidenciaran el manejo de estas técnicas
narrativas, pues fueron los seleccionados para ser publicados. El comité
editorial estuvo compuesto por: Eulogio Javier, Vicente Arturo Pichardo,
Ricardo Cabrera, Héctor Santana y Víctor de Frías.

Los cuentos que contiene
esta sospecha colectiva son: “Necesito fumar” de Elayne Abreu, “El silencio de
Sixto” de Gladys Almonte, “El turno” de Valentín Amaro, “La invasión de los
elefantes” de Rodolfo Báez, “Stevenson no desdobló su ego” de José Alberto
Beltrán, “¿No ves llorar a los peces?” de Miguel Ángel Beltré, “Significa
sombras” de Fernando Berroa, “Ítaca en llamas” de Ricardo Cabrera, “Un affaire
virtual” de Carlos Díaz, “Sandy cebolla” de Inés García, “Cicuta con sabor a
café” de Niurka Herrera, “La segunda redención” de Eulogio Javier, “Breve
estudio de un motorista paranoico” de Isidro Jiménez Guillén, “Pasajero
nervioso” de Nicolás Jiménez Quezada, “Solo ejecuta” de Lusmerlin Lantigua,
“Los simuladores” de Lady Laura Liriano, “La botija” de Ramón matos, “La
moneda” de Aracelis Mireles, “Esquizofrenia” de Adalberto Morillo Pichardo, “La
mente, el verdadero campo de batalla” de Iván Payano Tejeda, “Papito y Telín”
de Salvador Pérez Adón, “Declaraciones” de Vicente Arturo Pichardo, “Amarilla”
de Raisa Pimentel, “¿Puedes mirar debajo de la cama?” de Yuni Ramírez,
“Desdoblamiento”, de Jesús Alcedo Sánchez, “Asignatura pendiente” de Moisés
Santana Castro, “Ungry Young girls” de Héctor Santana, “La libertad” de Francis
Santos, “Gritos ahogados” de Deisy Toussaint.

 Este libro sale a la
luz pública, bajo los auspicios de la Editora Nacional del Ministerio de
Cultura, a través de la Dirección General de Talleres Literarios, beneficia a
los lectores jóvenes, pues están representados en esos escritores también
jóvenes que tienen una sensibilidad desarrollada en el contexto de los nuevos
tiempos. Además que dejará, a futuros miembros de talleres literarios, un
legado de esfuerzo y trabajo de grupo.